jueves, 14 de noviembre de 2013

Capítulo 6- Sin dar señales de vida.


NARRA ALEX
Pasaron dos semanas en las que Ashley no dio señales de vida, no iba a clase, no se conectaba a las redes sociales, nada. El viernes a la salida de clase, decidí ir a su casa. Quedaban un par de semanas para empezar con los exámenes finales, y si no se ponía al día, suspendería el trimestre.
Pique a la puerta de su casa, y una mujer mayor me abrió la puerta.
- Hola, soy Alex, una amiga de Ashley, ¿puedo entrar a verla?- pregunté. Cuando dije la palabra ‘amiga' pareció que a la señora se le iluminaba al rostro.
- Si, claro, sube las escaleras, y la primera puerta a la derecha, ese es su cuarto.
Seguí las indicaciones de aquella mujer tan amable, y llegué a una puerta marrón con un golpe en el centro. Toqué y luego entré, la puerta estaba abierta. Ashley estaba echada sobre su cama, llorando.
- Ash, ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?- dije acercándome a ella lo mas rápido posible.
- ¿Alex...?- dijo girándose. No pode evitar estremecerme al ver que tenía la cara llena de moratones.
- ¿Qué te ha  pasado?- pregunté.
Entonces empezó a llorar más.
- Cierra la puerta.- me pidió.
La cerré y luego, me senté en su cama a su lado, la abracé para mostrarle que tenía un hombro sobre el que llorar, que tenía una amiga, y que podía contarme lo que quisiera.
- ¿Qué sucedió Ash?- pregunté cuando ya se había calmado un poco.
- Juras que si te lo cuento, no se lo dirás a nadie, ¿verdad?- dijo después de dudar un poco.
- Claro, puedes contar conmigo para lo que sea.
- Verás...- me contó todo lo que había pasado semanas atrás, el día que conoció a Niall, y lo que sucedió cuando llegó a casa, y lo que se hizo en los brazos después de que su padrastro le pegase. No podía contener la rabia, no sabía como alguien podría hacerle daño a alguien como Ashley, no la conocía mucho, pero sabía que era una buena persona, y una buena amiga, de las que están para las buenas y para las malas.
- No llores mas. Por favor...- le supliqué.
- Lo intento, pero luego lo recuerdo todo, y me duele, y lloro.
- A ver, levántate de esa cama, tu hoy te vienes a pasar la tarde a mi casa.
- No voy a salir a la calle así...
- Tranquila, vivo aquí al lado, ¿recuerdas? No te verá nadie.
- Esta bien, voy.
La ayudé a prepararse, se puso esto:
La maquillé un poco para que si nos cruzábamos con alguien no se notasen tanto los golpes, y luego, cogió su mochila y salimos.
Llegamos a mi casa, y no había nada, por el suspiro de Ash, juraría que lo agradecía.
Le enseñé mi habitación, le encantó. Luego, dejamos las mochilas en mi dormitorio, y bajamos a la cocina. Yo aún no había comido nada, así que saqué los macarrones que había dejado mi padre preparados y los calenté en el microondas, a Ash le hice un sándwich, aunque no me lo pidió, se lo comió. Supongo que para no hacerme sentir mal. Terminé de comer y volvimos a subir a la habitación, sacamos los libros de Biología, y empezamos a repasar todo lo que se había perdido Ashley esta semana.

Siento dejarlo así, pero no me daba tiempo a más. Mañana subo otro, beeeesiiiiiis!:)

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